Buenos Aires y yo nos encontramos de verdad cuando conocí el tango.

Tenía 15 años y vi por televisión el Mundial de Tango. Me quedé hipnotizada por cómo se movían esos cuerpos, esa conexión sin palabras, tan perfecta. Sentí algo adentro que me pedía entender, aprender, bailar.

Mi abuelo lo cantaba todo el día. Mi abuela me llevó a ver mi primer espectáculo. Desde entonces, el tango se volvió mi puente, y Buenos Aires, el escenario donde confluyen todas mis pasiones: el baile, la gastronomía y los encuentros.

Empecé a recorrer milongas, a tomar clases, a vivir la cultura tanguera desde adentro.

Así fue como esta ciudad se me metió en la piel. Amo Buenos Aires con cada paso, cada esquina, cada abrazo que ofrece.

Durante muchos años trabajé en el mundo de la gastronomía. Tuve mi propio bar en el corazón de Palermo, y también atendí en un hotel donde conocí turistas de todo el mundo… Y siempre me fascinó ese momento en el que alguien me preguntaba:

“¿Qué no me puedo perder?”

Hoy, esa pregunta tiene respuesta.

Y esa respuesta es esta guía.

Es mi forma de decirte:

Vení, que te muestro mi Buenos Aires querido.

El que no sale en las postales.

El que se siente.

Esta guía nació para que no seas un turista más.

Para que te emociones. Para que sientas que caminás acompañado.

Para que descubras lo que yo descubrí en esta ciudad y en el tango: conexión real.

Liara.